miércoles, 7 de noviembre de 2007

TRIBUS URBANAS, VIOLENCIA Y OTROS HECHOS AISLADOS

Julián Arévalo* y Andrés Salazar**

A la memoria de Julián Javier Prieto

“…los hooligans y los rudeboys seguro saben una cosa:
en sus caras han sido trazadas cicatrices”

Hooligans, Rancid (1998)

En Abril de 1999, después de la masacre en la Escuela de Bachillerato Columbine, en Colorado, Estados Unidos, varios políticos, periodistas y otros expertos, se dieron a la tarea de encontrar las causas del acontecimiento. Curiosamente, algunas de sus hipótesis apuntaron a la influencia de la música que los asesinos escuchaban, invocando el nombre de un artista: Marilyn Manson. Ante esto, Manson, en una entrevista realizada por el cineasta Michael Moore, argumentó que mientras diariamente el Presidente lanza bombas en otros países, él, por decir cosas por medio de su música, es quien es calificado por todos como un chico malo. Seguido a esto, pasa a comparar su influencia sobre la gente con aquella que llega a tener el mandatario y, por medio de tal contraste, ilustra lo absurda que puede llegar a ser la posición de la “opinión pública”.

Resulta fácil encontrar explicaciones a asesinatos, masacres y demás ejemplos de violencia generalizada cuando el objetivo es confundir a las masas acerca de las verdaderas razones que la generan. En ese momento una estrella de rock, y en otros casos la bandera de un equipo de fútbol, el estilo de música que un grupo de jóvenes escucha, o los atuendos que utilizan, resultan ser candidatos perfectos para distraer la atención.

El pasado 8 de septiembre después del concierto de la banda bogotana de hardcore Pitbull, fue asesinado Julián Javier Prieto, guitarrista de la banda. Sin embargo esta muerte no fue a manos de la guerrilla, ejército o paramilitares, como ya estamos acostumbrados a escuchar; su muerte la llevaron a cabo un grupo de alrededor de treinta hombres y mujeres skinheads (cabezas-rapadas), de los cuales algunos son aún menores de edad. Las noticias no se hicieron esperar y cada día se daban más detalles de lo absurda que resultó la situación para Julián y sus compañeros.

Esa noche, después de haber terminado el concierto, los integrantes de la banda salieron a festejar su actuación, pero después de que Julián salió a acompañar a una amiga al taxi fue atacado por los skinheads. “Los agresores no cesaban de gritar ‘oi, oi, oi’, su expresión de ataque, mientras uno de ellos hundía su navaja en el cuerpo de Julián Javier. Luego, estos skinheads atacaron a seis de los músicos y amigos que esa noche acompañaban a Prieto, y que apenas se enteraron del ataque salieron a buscar a los agresores trenzándose en una pelea con los skin”.3 Esta era la descripción que hacían los principales medios de comunicación del país y que de una u otra forma apuntaban al enfrentamiento de identidades producto de las diferencias entre los cabezas-rapadas y los hardcore.

Para algunos es un muerto más para sumar a las estadísticas diarias. Para otros esta muerte quizás no tenga relevancia después de pensar en las masacres campesinas, asesinatos de políticos, periodistas, sindicalistas o las innumerables e inexplicables muertes que vemos a diario en las noticias. Sin embargo, esta historia trae consigo una mezcla del enfrentamiento juvenil, su disposición a la violencia y el porte de armas de menores de edad, entre muchos otros temas que se vieron esa noche. Resulta por tanto inquietante pensar en la forma como se desarrolla la violencia y su alcance en todas las esferas de nuestra sociedad.

Al mejor estilo de novela de Saramago, las autoridades locales han respondido alarmadas frente a estos acontecimientos y han delineado planes sofisticados para atacar el problema. Las medidas propuestas incluyen: toque de queda para menores de edad, mayor control por parte de la policía, seguimiento a los grupos juveniles con ciertas identidades, todo esto sumado a la estigmatización que ya se desarrolla desde varios sectores ante algunos grupos de adolescentes.

Según Vladimir Rodríguez, politólogo e investigador de fenómenos urbanos y violencia de la secretaria de gobierno de Bogotá, “desde hace mucho tiempo se han venido presentando rencillas o rivalidades entre algunas tribus urbanas de la ciudad”.4 Después de esa noche se trataron de encontrar algunas hipótesis. Se habló de los problemas de identidad entre jóvenes, de territorios ofendidos, de diferencias políticas, ideológicas, musicales y estéticas e incluso de “problemas de faldas”. Según las investigaciones correspondientes y tras la captura de una sola de las personas que dieron muerte a Julián, se supo que los cabezas rapadas de esa noche pertenecían a un grupo llamado SHARP (Skin Head Against Racial Prejudice), de los cuales algunos se identifican con el ‘Oi!’, por el tipo de música que escuchan, los cuales fomentan la lucha contra los prejuicios sociales y raciales y se consideran a sí mismos pacifistas.5

¿Oi!? Si, el mismo grito que los medios calificaban como “expresión de ataque”, es un género musical que ahora para muchos parece relacionarse con violencia. Sin embargo, es contradictorio escuchar los mensajes que promueven algunas de las bandas más importantes de este género y ver cómo actúan algunos de sus seguidores, mas aún después de saber que alrededor de treinta jóvenes apoyaron presencialmente el asesinato de Julián Prieto.

Por ejemplo Sham 69, la banda más importante de Oi! en la historia, dice en una de sus letras:

Por primera vez en mi vida tengo algo que decir…

Si los jóvenes estamos unidos, nunca seremos divididos.

Solo mira a tu alrededor, ¿qué vez?

Jóvenes con sentimientos como los tuyos,

Entiéndelo, él va a entenderte

Porque tu eres como él y él es como tu.

If the kids are united, Sham 69 (1978)

Similarmente, la banda colombiana Pitbull, en la que Julián tocaba, canta:

Estamos cambiando, esta es la realidad,

estamos mejorando para que cambien los demás…

Pongo todo mi esfuerzo y toda mi humildad,

doy mi corazón y nunca un paso atrás.

Ni un paso atrás, Pitbull (2007)

Es inevitable pensar en lo paradójico de la situación. ¿Cómo es posible que jóvenes que se sienten identificados con este tipo de pensamientos lleguen al extremo de asesinar a otra persona? Más aún, ¿cómo pueden estar basados los motivos que generan este asesinato en su música o las ideas que esta representa? Quizá atendiendo a estas incoherencias, en un comunicado abierto a la opinión pública, realizado por los miembros de SHARP, y firmado por algunos integrantes de Pitbull, los signatarios aclararon que la muerte de Julián no se debió a diferencias ideológicas, culturales, musicales o estéticas sino que, por el contrario, “fue un hecho aislado”, idea que, desde luego, fue apoyada por la Secretaria de Gobierno.

El parecido de esta frase con muchas otras que leemos a diario en los periódicos no es pura coincidencia. La muerte de Julián fue un hecho tan aislado como cuando integrantes de la policía tienen intensos combates armados con miembros del ejército; hecho aislado como cuando el ejercito asesina campesinos y dice creer que eran guerrilleros; hecho aislado como cuando altos cargos militares se encuentran involucrados en actividades con delincuentes; o un hecho tan aislado como cuando es asesinado un joven en el estadio el Campín; y tantos otros con los que se podrían llenar volúmenes.

La muerte como solución a mínimas diferencias ideológicas, culturales, personales o de cualquier otra índole, parece ser, según este discurso, el resultado de una secuencia de hechos aislados. Sin embargo, si vemos en cada uno de estos el lógico resultado de la realidad que vivimos, de la guerra en la que estamos y del odio presente en el ambiente, tal vez dejemos de pensar en ellos como simples hechos aislados y los reconozcamos como parte “natural” de nuestra lamentable cultura violenta. Lamentable no porque tengamos mala suerte; lamentable porque la fomentamos a diario hacia el otro con la ignorancia de que esta es un bumerang que terminará golpeándonos a su regreso.

No es gratuito patrocinar incondicionalmente una guerra en la que miles de compatriotas caen anualmente; no es gratuito considerar la violencia, la destrucción del otro, su aniquilación, como la única salida posible. No es gratuito tampoco cerrar las puertas del diálogo y la reconciliación; identificarnos con los que promueven más guerra y pensar que más guerra traerá paz –por más absurda que pueda sonar esta frase. Es cómodo patrocinar una guerra que se lidia a cientos de kilómetros de distancia; pero no es tan cómodo pensar que esa violencia aparece de vuelta en las calles por donde caminamos diariamente.

Es escalofriante saber que Colombia es responsable del 30% de las muertes violentas en América Latina. Homicidios, secuestros, asesinatos políticos, lesiones fatales por diferentes causas, violencia intrafamiliar, desapariciones forzadas, violencia contra la mujer y los niños, son algunas de las formas más comunes en las que, como sociedad, construimos violencia.6

Según la DIJIN7, entre enero y julio de 2007 en Colombia se han asesinado 9736 personas, es decir que mientras usted va y vuelve del trabajo o del estudio y duerme tranquilamente en su cama, ya han muerto asesinadas alrededor de 46 personas más. Sin embargo, estas cifras sólo hacen referencia a muertes violentas o, como la policía los clasifica: “homicidios comunes”. Sin embargo, el panorama parece más crudo si se involucran extorsiones, secuestros, hurtos, accidentes de transito, delitos sexuales, violencia intrafamiliar u otras formas de violencia, clasificadas por nuestro gobierno, como acciones subversivas y terrorismo. Claramente algo anda mal en nuestra sociedad; difícilmente estas duras estadísticas sean el simple resultado de muchos hechos aislados.

Con este panorama de violencia en el campo, en los hogares, secuestros, asesinatos políticos, etc. resulta más que contradictorio buscar la explicación de la muerte de Julián Javier Prieto en la música que tocan sus amigos y sus victimarios. Es un proyecto tan absurdo como buscar las causas de la masacre en Columbine en las canciones de Manson. “…mientras el Presidente lanza bombas a diario soy yo quien es calificado como un chico malo…”

Desafortunadamente, la cita con la que abrimos este artículo, por más cruda que pueda parecer, se queda pequeña ante la realidad nacional. El contexto en que vivimos, sumado hoy a las inexplicables diferencias entre las tribus urbanas presentes, no han dejado sólo cicatrices en las caras de sus integrantes; esta vez una nueva víctima mortal se suma a una lista interminable a la que todos los estamentos de la sociedad tristemente contribuyen y frente a la cual cada vez nos volvemos más indiferentes. Tal vez algún día los mensajes de reconciliación que cantan los ídolos de algunas de estas tribus sean escuchados por toda la sociedad.

Ahora no estoy buscando pelea,

no me importa quién esta bien o quién está mal.

Así que ahora suelten la paloma al vuelo

y podremos empezar ya mismo.

Podemos empezar ya mismo.

Start Now, Rancid (2003)

A Quien Corresponda y A La Comunidad Rockera Colombiana:

Bogotá, Colombia.
Noviembre 4 de 2007

Compañeros y Compañeras, los saludo cordialmente pero con un gran pesar albergado en mi corazón y razón. El objetivo de este correo es hacer una breve narración, continuada por una reflexión referente a los hechos acaecidos el día 3 de noviembre de 2007 en las inmediaciones del Parque Metropolitano Simon Bolívar, en la ciudad de Bogota, capital de la orgullosa nación Colombiana, en el que debería haber sido el primer DIA del festival de rock mas grande de Latinoamérica; Rock Al Parque, XII versión, año 2007.

Poco después del medio día, del sábado 3 de noviembre de 2007, en la zona del parque comenzó una terrible lluvia que finalizo con una de las caídas de granizo más grande y destructiva que ha visto Bogota en muchos años. Producto de esta granizada, los organizadores del festival decidieron que había necesidad de posponerlo al menos tres horas, sino de cancelarle por el resto del día. Esto ya que los equipos, personal técnico, asistentes, y artistas no podían dar todo de si con las condiciones climáticas tan radicales.

Mas o menos a las 14:30hrs, dieron la orden de salida del parque, y la gente, la mayoría, rockeros, punketos y metaleros, salieron de una manera organizada, sin contratiempos, aceptando el hecho de que era una situación que se escapaba de cualquier tipo de interés burocrático, y simple y llanamente, era mala suerte. Mas o menos, a las 15:00hrs, se comenzó a dar la situación de que cuando ya todos estábamos afuera, mucha gente comenzó a hacer peleas inocentes con granizo entre si, sin mayor conflicto. En realidad, los que estábamos ahí, aun teníamos la esperanza de que al festival le dieran inicio si las condiciones climáticas así lo prestaban.

Mas o menos, a las 15:30, un policía de transito, estaba parqueado con la moto en la calle que da hacia la entrada. Estaba sentado en la moto, y estaba simplemente revisando la situación que se estaba dando con nosotros los jóvenes en la entrada del parque. En esas, se comenzó a dar la situación, de que en las batallas de granizo, muchos, comenzaron a lanzarle al policía y a su moto. En realidad, esto no presento mayores inconvenientes, porque el policía no más se puso el casco y se retiro. El policía ni se puso agresivo, ni los que estábamos en ese lado del parque lo llevamos a mayores proporciones. Al principio se pensó que había se había comunicado a pedir algún tipo de refuerzo, pero esta situación, se sabe que es mentira, porque dentro del parque había aproximadamente 350 policías entre bachilleres, montada, y otros cargos que no salieron del parque hasta que fue necesario.

Poco después, dieron apertura a la calle que sale al lado del parque y ahí, muchas de las personas que estábamos en esa zona, nos acercamos a los andenes y se inicio un tira y reciba de bolas de granizo que en realidad no tenían como objetivo lastimar, sino el de simplemente molestar, toda esta situación, si bien no se hizo con el beneplácito del pie de fuerza distrital, no presento problemas porque la gente no tenia como objetivo romper ventanas de carros sino simplemente pasar un poco el tiempo. En eso pasaron más o menos 10 minutos lanzando bolas de granizo de un lado a otro sin tener ningún tipo de problemas de violencia o vandalismo. Aunque acepto que no fue el mejor entretenimiento, aseguro que no tenía fines de vandalismo, y no fue nada a comparación de lo que a continuación paso.

En un momento dado, poco antes de las 16:00hrs, se dio la situación de que muchos jóvenes estaban de nuevo entrando hacia la zona de la entrada del escenario plaza del Simon Bolívar, teniendo eso en cuenta, y por aquello de la masificacion, en menos de 5 minutos, había un volumen de personas increíble agolpados ante las rejas verdes de la entrada del escenario plaza. La policía, tres bachilleres, y otro, que al parecer por su uniforme tenia mayor rango, salieron a decir que por necesidad, había que posponer el festival hasta la mañana del domingo a las 08:30hrs, la gente se comenzó a retirar, pero hubo algunos que comenzaron a lanzar bolas de granizo, a lo cual los policías respondieron con insultos y groserías con las manos. A eso, los policías se encerraron detrás de las rejas verdes, y comenzaron a chiflar, a lo que los jóvenes respondimos con mas bolas de nieves y consignas anti policías. Hasta ahí, el conflicto llego al punto de lo tolerable.

Un grupo de inadaptados, se abalanzo sobre la reja izquierda del escenario plaza, y de alguna forma rompió los cerrojos que la cerraban y la puerta se abrió de par en par, hasta ahí llego el punto verdadero dialogo. Inmediatamente después de romper la reja, cual cobardes y niñitos infantiles, los "supuestos rockeros, metaleros y punketos", retrocedieron al ver que los policías -en su mayoría bachilleres- recibieron orden de sacar el bolillo y de hacer manejo de multitudes. Ahí comenzaron a hacer consignas los jóvenes contra los policías, y los que no estaban involucrados directamente en el rompimiento de la reja, se asustaron y comenzaron a incitar al dialogo, dialogo que llego a fin cuando de un momento a otro, después de que supuestos metaleros lanzaran varillas de los filtros hacia los policías, los cuales, haciendo cumplir su deber de cuidar el bien publico, además de su derecho a la integridad física salieron del parque en manada y comenzaron a dar bolillo a diestra y siniestra.

En este punto quisiera aclarar algunas cosas:

1. Los seudo rockeros ignorantes que rompieron la reja, y agredieron a la policía fueron los primeros en salir a correr, los que nos quedamos, fue o porque creíamos en el dialogo, o porque no tenían la manera de correr, o porque simplemente creían que al no hacer nada, no iban a ser lastimados.
2. La fuerza publica cometió el error, de que una vez fuera del parque, sin importar si uno había o no participado en los disturbios, dieron golpes a todo el mundo, incluyendo a los que estábamos buscando dialogo -como fue el caso en especifico mío, que después de hablar con un policía, llego otro, me empujo, me dijo que me fuera le dije que solo quería charlar, y me gane cinco golpes en la espalda y uno en la rodilla derecha-, esto fue una falta muy grave de la policía, el hecho de que golpearon mujeres, niños e inocentes de una manera indiferente sin importar las consecuencias.

Poco después de esto, y la policía ya tremendamente rebotada, y los focos de intolerancia y de vandalismo esparcidos por toda la 68, el dialogo fue casi nulo. En un momento dado, se intento hablar con la policía, y aunque muchos patrulleros se veían prestos al dialogo, otros, eran tremendamente intolerantes, y creían que todos los rockeros que estábamos allá, éramos una partida de ignorantes, brutos y cerrados de mente -bueno, en realidad, como lo demostrarían lo hechos un poco mas tarde, la mayoría, lamentablemente, si encajaba en estas descripciones-. Un poco mas tarde, la policía se reunió nuevamente e hizo su círculo en la entrada del parque, mientras que todos los jóvenes estaban al rededor. De un momento a otro, llego la escuadra de la ESMAD -lo cual realmente no creo que haya sido el más apropiado, porque este escuadrón tiene serios antecedentes de violencia que han quedado impunes-. A lo que llega la escuadra, y una volqueta de ellos, la gente se perturbo y se hicieron dos frentes, uno de policías, y otro de jóvenes. En las primeras líneas de este ultimo, estábamos los jóvenes que estábamos prestos al dialogo, inclusive, en un acto de patriotismo muy admirable, ene l intercambio de insultos, agravios y piedras, varias personas levantaron el escudo Distrital sobre sus cabezas y se quedaron ahí, impávidos. Yo tuve el placer de en un momento dado, levantar ese escudo. Nosotros estábamos buscando la manera de llegar a un dialogo con la escuadra, en un momento dado inclusive, yo personalmente fui a hablar con gente de la escuadra, haciéndoles la propuesta de que si ellos se replegaban, los jóvenes también nos íbamos, sino que lo que pasaba, era que la ESMAD ponía muy nerviosa a la gente. A esa propuesta, un miembro de la escuadra me respondió que eso era imposible porque supuestamente, la orden de asistencia de la ESMAD al sitio venia directamente de Uribe Vélez -lo cual no me consta que sea, o no sea verdad-. El dialogo que se estaba llevando a cabo, se vio abruptamente interrumpido porque jóvenes, escondidos, encapuchados y agachados detrás de los que buscábamos el dialogo en las primeras filas, sin dar la cara, o haciendo honor de valentía, comenzaron a lanzar piedras, botellas, ladrillos y otros objetos contundentes contra las fuerzas de la ESMAD. Esta formo escuadra con los escudos, y estuvieron soportando los ataques más o menos 25 minutos, hasta que comenzaron nuevamente a atacar con palos y con los filtros. A esto, soltaron el primer gas lacrimógeno, que lo estallaron en la zona sur-occidental de la entrada del parque, la gente comenzó a reiterase. Pero unos inadaptados, que se escudan detrás de que usan un entubado, un par de botas y una chamarra, porque creen que eso los hace el mejor paseo del mundo, comenzaron a hacer un intercambio físico con la gente de la ESMAD, lo que llevo a que la ESMAD se reagrupara, y comenzara el disturbio peligroso.

Estallaron 4 gases mas -los cuento por el numero de estallidos que escuche-, uno de ellos, fue devuelto a las fuerzas de la ESMAD de una patada, pero ellos lo devolvieron y el gas se comenzó a expandir a una velocidad realmente increíble. En ese momento, el grupo de personas con las cuales yo estaba se dividió, y en la zona donde yo estaba quedaron dos muchachas y un hombre que comenzamos a correr, pero que el gas nos llego demasiado pronto a las vías respiratorias. A donde quiera que se viera, se veía muchachos, niñas y jóvenes botando saliva y jugo gástrico por la boca, ojos rojos en todas partes, sollozos, "ayuda por favor" por donde fuera, de lágrimas fue hecha la lluvia en ese momento. En el momento en que comenzamos a salir a correr, comenzamos los cuatro que estábamos, las dos niñas se detuvieron en una de las entradas del parque -no me quede ahí, porque el gas eventualmente iba a llegar a ese punto, con el mismo grado de densidad que antes y el problema iba a ser el mismo-, y el muchacho y yo continuamos corriendo juntos, hasta que en un momento dado, después de que a una niña se le ayudo a parar y llevarla a un prado nos separamos y continué hasta llegar mas o menos donde habían las ventas ambulantes, ahora inexistentes producto del vandalismo y del abandono necesario por parte de sus dueños por el efecto tan nocivo del gas. Poco después de salir por ese potrero, con otra persona, seguimos caminando ya mas calmadamente, hasta que llegamos a un grupo de rockeros, que nos prestaron su ayuda brindándonos prendas húmedas sobre las cuales respirar. Después de eso, la picazón tan bárbara que tenia la mayoría de la gente era una cosa impresionante, la mayoría no podía abrir los ojos muy bien, y casi todos eran personas que ni habían estado involucradas en los disturbios.

Puntos para resaltar:

1. La ESMAD actuó de una manera ignorante al soltar gas lacrimógeno en un lugar donde la mayoría éramos personas ajenas al conflicto y que no habíamos atentado en ningún momento con la integridad física de ninguno de ellos. Pero bien, rescato el hecho, de que la ESMAD actuó, y saco esos gases en último momento, y por más de 25 minutos estuvieron impávidos, soportando ataques injustificados por parte de entes ajenos a lo que es la verdadera cultura Rock en Bogota. En realidad en este caso, la ESMAD actuó en defensa propia, y lo digo porque me consta. Y lo dice alguien que es el primero en afirmar que la ESMAD a estado involucrada en mas de un asesinato contra estudiantes, en mas de una golpiza injustificada, y en mas de una desaparición forzosa, pero al pan, pan, y al vino, vino. Y acá, la ESMAD no fue la verdadera culpable de los hechos sucedidos, fueron un grupo, tremendamente numeroso de inadaptados, en realidad, los que pensábamos en el dialogo éramos posiblemente menos, y ni nos sentíamos.
2. La ESMAD cometió el mismo error que los policías bachilleres; una vez que rompieron filas y comenzaron a repartir bolillo y escudo, fue contra todo el mundo, sin diferenciar entre niños y niñas, hombres y mujeres, involucrados o no dentro de los disturbios. Situaciones así, son las que hacen que pierdan la autoridad, y den pie a que de una manera justificada se les llame abusivos, arbitrarios, fascistas entre otros muchos apelativos.
3. Reitero, aunque me duela en el alma decirlo; los conflictos se iniciaron por la intolerancia e ignorancia de un tremendamente numeroso numero de inadaptados que creen que la roca injustificada es la respuesta a todo. Estos inadaptados, tristemente disfrazados de rockeros, punkeros y metaleros.

Después de que el gas se disipó, decidí que era momento de irse de esa zona. A lo cual inicie mi camino hacia la Cll. 57 con Kr. 68, pasando por el puente de la Cll. 63. Ya para esos momentos tenia mis serias dudas sobre la veracidad del movimiento rockero en Bogota, si no en Colombia, y ahí, en ese puente, me las confirme todas. Esto gracias a que pasaron dos hechos de tristes, muy tristes circunstancias.

1. En el puente, arriba, había al menos 200 personas, las cuales, la gran mayoría, aprovechando que habían abierto esa vía, comenzaron arrojar desde el puente objetos contundentes como botellas, como ladrillos, rocas etc. contra los carros que pasaban debajo de él. Lo peor del asunto que fue que incluso, le estallaron una botella al capo de una ambulancia, y que para mas agravio, tenía la sirena encendida. Es curioso que hasta en las guerras mas cruentas de este mundo, los equipos médicos de bando y bando son intocables, y acá, con ese grupo de reales desadaptados, son victimas de la ignorancia. Y eso si, al que le estallo esa botella a esa ambulancia, le va el más grande insulto jamás nunca escrito por mera cordialidad.
2. Una dizque "punketa", que estaba debajo del puente, en el paradero con un ladrillo en la mano, hacia alardes de rebeldía y de menosprecio por todo tipo de valor social. Bravo, bien por ella. Pero lo curioso del cuento es que apenas un don nadie va y le dice que le pegue al paradero y le rompa los cristales a los anuncios publicitarios ella no se lo piensa dos veces y lo hace. Y después dice que no es peón, que no es marioneta y después dice que no es ignorante, al no saber el hecho de que ella paga eso, por ese anuncio, y sino lo hace ella, en su defecto lo hace quien la mantenga -y que con ese cultura tan grande que tiene la niña, al parecer lo va a hacer por mucho, mucho mas tiempo-. Eso no es punk, es simple y mera ignorancia e intolerancia.

Después de estos hechos de tan asquerosas proporciones, lo último que se vio fue una volqueta de la ESMAD haciendo vueltas por toda la 68 y disipando las multitudes. Cuando llego a la altura del puente fue recibida con botellas, rocas entre otras cosas. Ya para ese entonces había visto suficiente e inicie mi camino hacia TransMilenio, y llegue caminando, a la estación del Camping.

En realidad hay cosas que quisiera aclarar; antes de que llegara la ESMAD, se intento lograr un acuerdo con la policía que se vio arruinado por la presencia de intolerantes que comenzaron a botar ladrillos y rocas a los que estábamos buscando el dialogo y a los policías. En un momento dado, compañeros y yo, buscamos la manera de organizar una parte de la multitud y caminar pacíficamente ante las puertas para lograr un dialogo, este no se puedo llevar a cabo, nuevamente, no por la policía, sino por los agentes perturbadores e ignorantes, que sin saberlo, cargábamos nosotros en nuestras propias filas. En realidad, la policía no obro como debía, no debió arrojar los gases, y en primera, no debieron, bajo la circunstancia presente, haber llamado a la ESMAD, era innecesario, y además perturbo muchísimo a las personas, pero de todas maneras, si bien la policía manejo mal la situación, esta no se quiso prestar para el dialogo, esto teniendo en cuenta que todo el conflicto se vio iniciado por grupos de personas inadaptadas que creen que el rock es ser "rebelde sin causa". Por ultimo, quiero decir, que la única persona, con cargo administrativo de Rock Al Parque 2007, que salio a hablar con los jóvenes para intentar calmarnos, se identifico como Vladimir, pero lamentablemente, era una tarea imposible, en realidad; la gente estaba de un violento impresionante. Pero se le aplaude el intento.

Es curioso ver como tanto daño, y tanto disturbio se puede ocasionar al mezclar gente aburrida, entes desestabilizadores y masificacion, lo que sucedió el sábado, es un claro ejemplo. En realidad, el disturbio fue totalmente injustificado, el concierto lo iban a posponer, ya se sabia, pero también se sabia que si se iba a realizar, simplemente, los que comenzaron la pelea con la ESMAD, estaban buscando excusa para hacer el papel de "revolucionarios", sin saber que estaban ganándose el oscar al papel de ignorantes. Y no quiero que se me confunda, quien escribe esto es ferviente admirador de la protesta organizada, de la rebeldía intelectual, total seguidor de los movimientos sociales y altamente influenciado por ideas de cambio. Pero dejémonos de tonterías; la piedra no es la respuesta. Simplemente, de la misma manera que tengo letras y boca para criticar al sistema con sus fallas, tengo boca y palabras para criticar a supuestos rockeros de poca monta que se las dan de mucho porque conocen unas poquitas bandas de "metal bien pesado" ¡Que viva la pendejada! ya que no se dan cuenta, que antes de cualquier titulo, todos, en teoría, nos debemos respetar en la diferencia.

En realidad, ser rockero no es tener el cabello hasta la cadera, botas punteras, entubado, o chamarra de cuero. No, eso es lo que en un momento histórico social y cultural concreto fue lo que definió el movimiento. Ya no, ya es un extra, pero no es lo que define el movimiento rockero a nivel mundial y mucho menos entonces, en Bogota. Los que hicieron ayer los disturbios no son rockeros. El rock es cultura, y en palabras de Elkin Ramírez, "es una cita con la convivencia", no con la mediocridad de la que fuimos victimas ayer. Es lamentable, que poco a poco, esa, que antes era minoría, masa de ignorancia e incultura que se esta convirtiendo el rock, el metal, y el punk, absorba lo que en realidad es la esencia; protesta verdadera, libertad, respeto y tolerancia.

Aunque seamos pocos, sigo yo predicando el mensaje de algunos, algunos que somos los que creemos en el dialogo, que somos los que vamos a un toque a oír buena música, no a buscar a quien golpear, esos nosotros, ROCKEROS DE ESENCIA, NO DE PRESENCIA, al carajo el uniforme y la inconformidad. La mayoría se ponen el uniforme sin saber por que luchan. Arriba la libertad y el cambio, la critica es buena si da pie para mejorar, si no, son vanas palabras.

Termino esta reflexión con un pedido, con un grito de cambio a las comunidades rockeras de corazón de Colombia, realmente, sin mayor lugar a discusión, debemos recuperar lo que era el papa de los movimientos juveniles a nivel mundial, criticamos todo, y nos paso lo de la libre y la tortuga, siempre fuimos punteros, y nos quedamos durmiendo en la meta, y cuando nos despertamos, ya nuestro Rock, no era Rock, es ahora simplemente una excusa para hacer daño y sacar rencor, un argumento para ser intolerante, un método de ocultar nuestra ignorancia.

Realmente, como dice Geldof, "el rock, mueve montañas", pero de la critica social verdadera, al simple vandalismo, al simple y llano vandalismo, hay mucho trecho. Y lamentablemente, esa línea, ese triste sábado, se cruzo. Ayer, simplemente fueron antisociales los que hicieron eso, lo triste del cuento, es que por vez primera, fueron mas que los que pensábamos en la vía del dialogo y acuerdos. No permitamos que esa mayoría, se convierta en absoluta.

Compañeros y compañeras, los incito fervientemente a que pasen este correo a todos sus contactos, no porque sea una cadena, sino por el simple hecho de que es un llamado a la tolerancia y al respeto, y creo, que mensajes de esa clase, todos los debemos tener. Si tienen contactos a los cuales crean que este mensaje les puede llegar, por favor, mándelo, y que esta sea una de esas cadenas que se les puede sacar el provecho que puede dar un medio masivo como lo es el Internet.

Muchas gracias por la atención.

¡Rock es cultura,

Rock es paz,

y por eso,

la violencia tiene que parar!


Firma:
Juan Sebastián Ballestas Murcia, rockero, melómano, pero ante todo artista de corazón.
Acepto sugerencias, correo de contacto; j08ballestas@hotmail.com

Sigue en estado grave el joven herido durante Rock al Parque

Tomado desde eltiempo.com

Desde las 11 de la noche del pasado domingo en la habitación 594 del hospital San Ignacio, permanece inconsciente Jeison Gómez, un joven de 18 años.

Él se vio involucrado en uno de los tres disturbios ocurridos el fin de semana en el Festival Rock al Parque, celebrado en el Simón Bolívar.

Al parecer, el disgusto de algunos de los asistentes por la música que tocaron ciertas bandas, habría originado una pelea entre muchachos que le dejó a Jeison un trauma craneoencefálico que hoy lo tiene con pronóstico reservado.

Juan Carlos Chávez, amigo de Jeison, aseguró a EL TIEMPO que los golpes fueron producto de una pelea entre jóvenes. "Todo fue muy confuso. Cuando me di cuenta Jeison ya estaba inconsciente en el piso".

Sin embargo, el coronel Rodolfo Palomino, comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, señaló que "habría que investigar si el golpe que dejó inconsciente a Jeison no fue causado en un 'pogo' . Y pidió que los bogotanos decidan si en un futuro se deben permitir tales conductas.

Chávez, contó que el golpe que sufrió Jeison ocurrió a las 6:30 p.m. en la plazoleta central, a unos metros de la tarima, y que la Cruz Roja condujo a su amigo al hospital.

Ayer las directivas de este centro asistencial informaron que el joven debió ser intervenido quirúrgicamente en dos ocasiones y que de momento permanece sedado.

Pero el de Jeison no fue el único hecho lamentable. El lunes, durante la clausura del evento, algunos asistentes volvieron a protagonizar desórdenes. Y al intervenir la Policía, se generó un enfrentamiento que dejó ocho agentes golpeados y 10 jóvenes detenidos, según Palomino.

Ya desde el sábado los ánimos habían comenzado a caldearse cuando jóvenes energúmenos no estuvieron de acuerdo con que las autoridades aplazaran el inicio del espectáculo a raíz de la fuerte granizada que azotó a la capital. Ese día, algunos desilusionados amantes del rock empezaron a lanzar piedras contra los vehículos que circulaban por la calle 63.

El Parque Simón Bolívar también salió 'herido'. El director del Instituto de Recreación y Deporte, José Tapias, reportó que hubo desprendimiento de la puerta de acceso al parque por la calle 63, el sábado en la noche, luego de la cancelación de los conciertos. Y que se desprendieron 10 bancas de concreto en la zona de ingreso a la plaza de eventos. Pero señaló que aún no se ha cuantificado el monto de los daños.

200 armas blancas, una libra de marihuana y 129 botellas de aguardiente decomisó la Policía durante todo 'Rock al Parque'.

jueves, 18 de octubre de 2007

Muerto otro rockero por violencia urbana ?cuanto mas falta?/ A buscar la reconciliacion.

Luis Gabriel Doncel, bajista de Opinión Públik, banda de hard core bogotana, se convirtió en otra de las víctimas de la intolerancia. El hecho, aunque se dio hace más de una semana, no deja de ser impactante, pues de nuevo aparecen en el panorama algunos cabezas rapadas.

La información proviene precisamente del myspace, el sitio en internet, de la banda Opinión Públik y del grupo No más violencia en el rock, creado precisamente a propósito de la muerte de Julián Prieto, caso que hace menos de un mes movió todas las fibras en este país.

Y es que ya muchos hemos clamado por pedir que se pare esto. Muchos marcharon ese domingo 16 de octubre, como homenaje a Julián, quien estaba en Pitbull, banda con cierto reconocimiento en la escena y en la ciudad. Ya muchos hemos escrito, muchas noticias televisivas y mensajes en radio han pedido no más violencia y castigo a quienes la ejecutan de forma impune.


El asesino de Julián, un niño de 17 años (ahora 18) de Colina Campestre, recibirá un castigo mínimo para lo premeditado que fue el crimen, digno del más terrible asesino.

Ahora, quien falleció fue Luis y, desde acá, surge una pregunta: ¿dónde están las autoridades que prometieron mayor atención a este tipo de casos? Es triste que todavía sigamos relatando este caso como uno más de una ciudad con una difícil situación de orden público. Para algunos será ‘uno más’. Para el mundo del rock es uno de nosotros que se fue, pero que quería quedarse.

Es imperativo empezar a busca fórmulas para que entre grupos no sigan ocurriendo este tipo de circunstancias. Si en el contexto de nuestro país convivimos con impunidad, en el de la ciudad ese sentimiento crece de manera progresiva, sin que ninguna autoridad distrital se preocupe por intervenir. ¿Por qué el Distrito? Porque ellos son los encargados de que el orden público se mantenga en relativa convivencia entre las diferentes comunidades y, en este caso, entre las diferentes tribus urbanas.

Al parecer, los abrazos simbólicos no son la solución y se necesita de un acto más profundo. Al fin y al cabo, estamos en la ‘Bogotá Sin Indiferencia’ ¿no? También resulta propicio que bajo una serie de campañas políticas que se vienen encima, los candidatos hablen de este tipo de temas, en vez de andar narrando sus candidaturas e insultándose de la manera más decorosa posible, solo para mostrarse como el mejor. (perdón por la mamertada política).

En fin, mientras sigamos esperando a que alguna autoridad reaccione y a que algún día las cosas cambien, no obviemos las marchas, pidamos respeto a la vida humana, en este caso, de un amigo del rock nacional. Mostrémosles a quienes buscan intimidar con violencia, que una vida vale más que un movimiento. Y a los cabezas rapadas que antes salieron a hablar, esperamos que nos den su versión de los hechos, como en esa ocasión lo hicieron.

Un inmenso sentido pésame a todos los amigos de Luis y a los integrantes de la banda Opinión Públik. Parece increíble que las bandas de hard core se hayan convertido en el blanco principal de la intolerancia, siendo que su música precisamente invita a evitar ese tipo de reacciones. Más porque ellos son ‘radicales’ en evitar ese tipo de radicalismos. Y no salgan con que eso es muy difícil.

Por eso, cuando piense en hacerle daño a alguien, recuerde cuánto vale usted y la otra persona, no olvide este tipo de casos y reflexione: ¿cuántos muertos más necesitamos para reconocernos como humanos y respetarnos? No nos vamos a callar ante la muerte de un rockero ni de nadie.

Si tiene sugerencias, quiere informar sobre eventos o simplemente quiere enviar un saludo, puede escribir a elpogorockero@hotmail.com , donde también puede comentar sobre este tema. ¿Cómo llegar a más tolerancia?

Mucha energía y larga vida al rock

miércoles, 26 de septiembre de 2007

martes, 11 de septiembre de 2007

MARCHA POR JULIÁN JAVIER PRIETO – NO A LA IMPUNIDAD


BOGOTÁ EN PAZ. Como es de conocimiento de todos, la muerte de un compañero NO PUEDE QUEDAR IMPUNE, por ende se ha organizado este domingo 16 de Septiembre, a partir de las 12:00 pm, una marcha pacífica, iniciando en la Plaza de Bolívar, recorriendo toda la Carrera 7ma.

El único requisito es usar una camiseta blanca, la cual simbolizará nuestro deseo común: NO MÁS A LA VIOLENCIA. NO MÁS A LA INDIFERENCIA. NO A LA INTOLERANCIA.

Nuestro hermano Julián Javier Prieto falleció injustamente el pasado sábado 8 de Septiembre a causa de una riña con un grupo de skinheads (cabezas rapadas) en el norte de la ciudad de Bogotá.


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Muere joven en Bogotá víctima de los llamados grupos 'cabezas rapadas'

Julián Javier Prieto, de 24 años, fue atacado por un grupo de 30 jóvenes, de entre 15 y 20 años, armados con navajas, dagas y bisturís. Falleció a causa de tres puñaladas.

Mientras los agresores no cesaban de gritar "Oi. Oi. Oi. Oi. Oi....", su expresión de ataque, uno de ellos hundía su navaja en el cuerpo de Julián Javier -guitarrista del grupo musical Pitbull -.

Luego, estos 'skinheads' atacaron a seis de los músicos y amigos que esa noche acompañaban a Prieto, y que apenas se enteraron del ataque salieron a buscar a los agresores trenzandose en una pelea con los 'skin'.

"Esos manes gritaban Oi. Oi. Oi', como si estuvieran celebrando un gol. Alzaban los brazos, lanzaban el grito y luego bajaban las manos con los puñales que tenían pa' bajarse a todo el mundo", contaron los amigos de Prieto, amante del género roquero hardcore, y quien recibió heridas de puñal en el cuello, tórax y espalda. Heridas que terminaron causándole la muerte poco después de la medianoche en la Clínica El Country.

Después de un 'toque'

Todo comenzó hacia las 11:40 p.m., cuando Prieto salió de la tienda 'Rikotto', en la calle 79 con carrera 11, donde tomaba cerveza para celebrar 'un toque' de su banda con otros grupos de rock en el Club Social Gótica.

El joven músico acababa de dejar a una amiga en un taxi cuando fue brutalmente agredido en plena vía pública y, al parecer, sin causa alguna.

Nadie sabe qué pasó exactamente, pero algunas voces señalaron que un skin le dio un cabezazo sin mediar palabra, y que Prieto se defendió con un puño. Y luego vinieron las puñaladas.

"Cuando nos dimos cuenta y salimos, nos tocó defendernos a punta de botella y patadas", contaron los amigos del músico asesinado.

Al final, también resultaron heridos: Daniel Vega, baterista de Pitbull -que se encuentra aún en la Clínica El Bosque, porque una puñalada le afectó un pulmón-; Édgar Augusto de Castro, guitarrista de Pitbull; y Anderson Amette, cantante del grupo Moshpit. Estos dos últimos, fueron dados de alta ayer.

Testigos de lo ocurrido contaron que ellos llegaron a la tienda 'Rikotto' para terminar allí la celebración de un sábado que había sido "la chimba", es decir: fenomenal.

Julián Javier estaba eufórico porque a Pitbull le había ido bien en el "toque", el primero que hacían en el reconocido club Gótica. Allí actuaron con grupos como Kontragolpe, Repulsión y Moshpit, otros grupos roqueros locales.

Esa noche Julián no paraba de hablar sobre la presentación que el próximo 24 de noviembre compartirían con el grupo argentino Urbanos HC.

Además -narraron sus amigos- Prieto "estaba super encarretado con una nena".

Los 'skinhead' acabaron así con la vida de un universitario inquieto que estudiaba dos carreras: séptimo semestre de sociología en la Universidad Santo Tomás, y Filosofía en la Universidad Nacional. Y que desde hacía 10 años tocaba guitarra en bandas hardcore. Estuvo con el grupo Ataque en Contra, y hace cuatro años ingresó a Pitbull.

Julián Javier vivía en Suba con sus padres -Pedro Nel Prieto y Carmen Lourdes Herrera- y sus hermanos Sergio Alejandro y Norman. Leía con admiración al pensador Foucault. "Ojalá que haya justicia contra los que agredieron a mi hijo", pidió Carmen.

Ayer, en la sala de velación, compañeros de Julián pusieron frente a su ataúd una inmensa foto de él con su guitarra eléctrica, un cartel que lo exaltaba como sociólogo y varios mensajes de "parceros" que fueron encabezados afectuosamente así: Julián Prieto, 'el Yero'.

[ Tomado de eltiempo.com.co ]

lunes, 10 de septiembre de 2007

Bienvenid@ al Blog No Más Violencia en el Rock

Es un espacio creado para manifestar, debatir y aprender a respetar a los demás a través de opiniones objetivas que ayuden a concientizar que el rock no es violencia.